A veces uno vive una vida que no es la suya.

Desde fuera del pellejo resulta fácil darse cuenta de este asunto.
El problema es que el espejo no habla y que uno sólo atiende a la sinrazón de la costumbre. Es cómodo vivir con nuestra imagen inventada.

Cuando la recreación de nosotros mismos se revela exigiendo una nueva vida en la que las piezas encajen sin necesidad de forzarlas nos dedicamos a excusarnos de mil y una maneras.

A todos nos pasa en algún momento en nuestras vidas.

En ese sentido si somos muy creativos. Pero poco sinceros.

Un abrazo Vigilantedeagujas