martes, febrero 28, 2006


Debo agradecer a la fiebre este estado de lucidez que sólo ella y alguna sustancia innombrable en este santo blog me han sabido dar.

Cuando llego a 38 grados comienzo a darme cuenta de que la vida que llevo no es muy diferente a la de un pony de feria. Me doy cuenta de que eres lo que produces y produces lo que demandan. En ese camino de productividad enfermiza te olvidas de ti mismo.

Esto, que no es nada nuevo, te pilla por sorpresa cada vez que te das cuenta de tal trama.

Ante esto sólo queda una solución. El ABANDONO DE LA PRODUCTIVIDAD y el comienzo de la búsqueda personal; aquello que los americanos hacen con 18 años y que termina por llevarlos a ser directores de sucursal bancaria, ejecutivos de cuentas o cosas aun peores.

Cuando lo tengo todo completamente decidido y mi plan a punto de ser puesto en marcha, el paracetamol comienza a ejercer sus efectos analgésicos y empieza a bajar la fiebre.
Esta bajada febril va acompañada de una bajada de ímpetu y decisión en mi revolución personal. Comienzo a decir frases estúpidas como –así tampoco se está tan mal- y mi yo interior se echa las manos a la cabeza ante tan insuperable demostración de cobardía.
Espero que cualquier hecho cotidiano me lleve hacia otra parte y así olvide este amago de insurrección que me pone contra la espada y la pared cada vez con mayor frecuencia.
En pocos minutos vuelvo a la normalidad. Esa normalidad que me hace fruncir el ceño o ceñir el fruncho depende de cómo me coja el momento.

Me consuela pensar que aun me quedan espacios por recorrer fuera del dominio de la máquina. Espacios vírgenes en los que aun se respira a pulmón abierto y nadie impone una estrategia de venta. La revolución no está tan lejos.

Perdón. Llaman a la puerta.

1 comentario:

montaman dijo...

querido vigilante.
lo de la fiebre es cosa de virus. cuando a uno le entra de repente algo siempre es cosa de virus. Menos mal que hay niños para echarle la culpa de todos. La vuelta a la productividad será inevitablemente mañana. en cuanto a la productividad blogera ya tienes un nuevo post.
bes.o.s.