
el hombre sapo
No se puede decir que sea un mal tipo. No se puede decir que sea un buen tipo.
Su verborrea empalagosa cargada de adjetivos afectuosos hacia mi persona no consigue en ningún momento conmoverme. Todo lo contrario. Lo miro impasible sabiendo que bajo esas palabras vacías se encuentra el interés más absoluto. No soporto su interés despiadado.
Cada vez que sonríe su aspecto se asemeja más al de un sapo. Casi puedo oírle croar.
Cada vez que sonríe su aspecto se asemeja más al de un sapo. Casi puedo oírle croar.
Refuerza sus argumentos con el peso de la experiencia. Realmente es un grado pero a veces puede ser un lastre y un argumento nada convincente cuando estás ante alguien al que lo único que le interesa es perderte de vista. Ese es mi caso.
Cuando se acerca el mediodía, llega mi momento de descanso. Cualquier cosa que merodee en ese tiempo pasa a un estrato invisible para mí.
Este tipo suele buscarme en ese momento.
2 comentarios:
La vida esta llena de sapos babosos. Son como una plaga. A veces parece que vivimos en una charca. Ellos te miran con su sonrisa pringosa, intentando complacerte "interesadamente" y lo unico que te producen es la nausea.
Despreciables hombre sapos. Existen más de los que nos creemos camuflados.
Por cierto, montaman tiene usted un encargo en mi gabinete.
Un saludo
Publicar un comentario